El Real Madrid doblegó al Valladolid en un partido en el que los madridistas sufrieron mayor turbación e inquietud de lo que hace pensar el marcador de 1-4, ya que los vallisoletanos 'gobernaron' la primera parte, aunque acabaron sometidos ante la pegada del Madrid tras la reanudación. Llegó más contantes y mejor el Valladolid durante los primeros minutos. Fueron dos acciones prácticamente consecutivas las que revolucionaron el partido, aunque el Madrid no sufrió daño en el marcador. Primero, un penalti fallado por Rubén Alcaraz al 11', y un gol anulado a los locales por el VAR, tras detectar un fuera de juego de Keko Gontán al 13' y otro tanto, anulado de Sergi Guardiola por fuera de juego. El Valladolid siguió intentándolo, pese a su habitual falta de "pegada", y a la tercera fue la vencida, cuando Anuar Tuhami, que está muy lejos de ser un goleador, tomó un balón suelto en el área para batir a Courtois sobre el minuto 29. Con notable solvencia jugaba el Valladolid en ese momento ante un rival inconsistente, cuyo empuje y vitalidad se habían quedado en el vestuario, hasta que todo cambió en el 34', cuando Nacho le ganó una disputa a Jordi Masip, y Varane aprovechó para empujar el balón al fondo de la red. En la reanudación todo se volvió del revés. Un penalti claro sobre Odriozola de Óscar Planopermitió a Karim Benzema adelantar al Madrid. Posteriormente, el francés remató a placer en una indecisión defensiva y endosó el 1-3 al filo de la hora de encuentro.  La expulsión de Casemiro, por doble amarilla, apenas alteró la marcha del encuentro porque el croata Luka Modric marcó el cuarto en una jugada "de seda" del actual Balón de Oro. El triunfo madridista da oxigeno a Solari y, de paso, aporta algo de sosiego tras una semana muy convulsa.

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Récord