Como anillo al dedo la sentencia apocalíptica le queda a los miembros del

Consejo Ejecutivo Nacional de Acción Nacional celebrada la semana pasada, y

es que la conclusión de ésta reunión fue la tibieza de la autocrítica. La evaluación de lo sucedido en las elecciones quedó como huevos pasados

por agua por 4 a 6 minutos. Conclusión: nada de nada; nada para nadie. La

evidencia fue clara con todo y su tibieza los panistas dejaron ver que hay más

hechos, ideas y ambiciones que los separan y menos doctrina que los una. Del mismo encuentro se intuye que Anaya y sus secuaces desean mantenerse

como dueños del blanquiazul. Se escucharon conceptos como “regeneración y unidad”, halagos para el

excandidato presidencial, algunas críticas, superficiales, de las cuales lo único

rescatable fue que hubo “desviación en prácticas democráticas y en

honestidad”. Faltó fuerza para señalar el fracaso desde la irrupción de Anaya a la dirigencia

del partido y cómo utilizó la dirigencia para su beneficio. Tibia la crítica a la

dirigencia nacional, a la misma estructura, pero sobretodo les faltaron… para

reconocer el fracaso de la alianza con el PRD y MC, que los tendría que llevar

a reconocer la traición a los principios de Acción Nacional. Y mientras sigan siendo tibios la ciudadanía los seguirá vomitando.

DETALLES “Para lograr el perdón y reconciliación de la sociedad y la posibilidad de una

amnistía es necesario otorgar justicia a las víctimas”, dicho por Tatiana

Clouthier. “Esto es una farsa y una charlatanería”: José Manuel Mireles Valverde. Ambos comentarios respecto a los llamados Foros de Pacificación que

organiza el futuro secretario de Seguridad Pública Federal, Alfonso Durazo, en el gobierno de López. ¿Qué no le bastó la campaña realizada durante 18

años? Cómo es posible que un gobernador siga tolerando secretarios que no dan el

ancho en sus puestos. Triste es ver cómo tiene que pedir que bajen del

estrado a uno de ellos porque no sabe ni hilar un discurso. Y frente al secretario del ramo federal. Y no es el único por el cual el ejecutivo estatal ha tenido que salir al quite, sacar la cara por él y por San Luis Potosí, pero ya

dice el dicho y dice bien que “no tiene la culpa el indio sino el que lo hizo

compadre”. Por cierto en eso del futuro del PAN parece que Carlos Medina si quiere

dirigirlo, siempre y cuando su postulación sea por unanimidad. Juan Carlos

Romero Hicks quiere la coordinación de la fracción azul en la cámara baja.

Los dejarán los anayistas, es pregunta. Otra por quién votará el pluri XAZ.