Roger Federer tomó a su alumno y dio cátedra en una pletórica Plaza de Toros. El tenista suizo, actual número tres del mundo, se llevó el emocionante "The Greatest Match" al vencer en tres sets con parciales de 3-6, 6-4 y 6-2 al alemán Alexander Zverev, duelo que tuvo una duración de una hora y 32 minutos de acción. El partido cumplió de sobra con las expectativas, marcando un nuevo récord histórico al ser el encuentro de tenis con más aficionados (42,000). El regreso de su "Majestad" a México después de 23 años no pudo haber sido mejor. Federer salió en hombros de la Monumental, tal como la historia lo ameritaba. Vaya recibimiento. En la historia del tenis jamás se había escuchado una ovación de tal magnitud. Apenas tocó pista y la Plaza de Toros se vino abajo. Las banderas de Suiza ondearon mientras de fondo se escuchó la canción del Ojo del Tigre (Eye of The Tiger). El número tres del mundo lo agradeció con un aplauso y se tocó el pecho, incrédulo de lo que ocurría. Zverev, quién pese a ser de los mejores jugadores del planeta, tuvo que conformarse con un papel secundario por más que intentó ganarse un poco de ese cariño al salir con la indumentaria de la selección mexicana.

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