BUENOS AIRES, Argentina.- El presidente argentino, Mauricio Macri, recibió hoy a los familiares de Emanuel Garay, el aspirante a policía de la norteña provincia de La Rioja que murió como consecuencia de un entrenamiento extremo. Macri recibió en la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino, a Roque y a Adrián Garay, padre y hermano, respectivamente, de Emanuel Garay, quien falleció el pasado día 10, tras haber estado ingresado en un hospital en grave estado. "Nos vamos conformes y con un fuerte apoyo del presidente para investigar a fondo este asesinato", dijo a la prensa local Roque Garay, tras la reunión con el jefe de Estado.

Según informó la Presidencia argentina en un comunicado, Macri le aseguró a la familia Garay que la muerte del joven "no va a quedar impune" y que tanto la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, como el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, y senador nacional Julio Martínez "van a estar encima de la causa" judicial. El Gobierno se comprometió además a promover una reforma en el sistema de formación de los policías "para evitar que se repitan este tipo de hechos brutales". La muerte de Emanuel Garay ha provocado una fuerte conmoción en Argentina y, en particular, en La Rioja, donde el caso derivó en cambios en la cúpula de la Policía provincial y de autoridades de Gobierno. "Una de las medidas importante que se ha tomado desde el Ministerio de Justicia y de Derechos Humanos es colocar a un veedor, un abogado, Guillermo Galván, que va a hacer un seguimiento estricto de la causa", comentó Roque Garay tras la reunión con Macri.

El pasado 5 de febrero, en su primer día en la escuela de la Policía, una quincena de aspirantes fueron hospitalizados -siete de ellos en cuidados intensivos- tras descompensarse y sufrir cuadros de deshidratación severa en medio de un entrenamiento extremo, bajo el rayo del sol y cuando la temperatura superaba los 40 grados. Uno de los estudiantes, Emanuel Garay, de 18 años, murió y otro de los cadetes permanece ingresado en estado crítico. Roque Garay dijo hoy que lo que sucedió con su hijo "no fue un entrenamiento sino una tortura", y recordó que 17 cadetes se desvanecieron y terminaron "en grave estado y eso no nos puede volver a pasar nunca en ninguna escuela" formadora de policías.

Tras conocerse el hecho, el Gobierno provincial relevó a la cúpula de la escuela y de la Policía y al ministro de Seguridad. Asimismo, ordenó abrir un sumario al interno de la Policía y realizó una denuncia ante la Justicia, a la que se sumaron las de los familiares de los aspirantes afectados. La Justicia ordenó hace diez días el arresto de cuatro comisarios y otros cuatro oficiales de la Escuela de Cadetes de la Policía de La Rioja y además investiga si estudiantes de cursos superiores participaron de maltratos a los recién ingresados.   -- EXCÉLSIOR