Lo que ocurrió el pasado sábado en el Estadio “Corregidora” no se limita únicamente a la ciudad queretana. En San Luis Potosí, como en otros estadios, han pasado -y pueden pasar- situaciones similares. Los videos y fotografías que han dado la vuelta al mundo entero en donde el salvajismo enfermo de cientos de pseudo aficionados “barristas” a favor del equipo queretano masacrando a visitantes en su estadio, refleja un tema de desorden social sin precedentes maquillados de “apasionados” seguidores futboleros. 

Eso no es ni el futbol ni la afición a este deporte.  Y el Estadio potosino “Alfonso Lastras” y parte de su “pseudo afición” -las barras famosas- han pecado igual. En los últimos años se han visto imágenes de terror y enfrentamientos tanto al interior como al exterior del embudo futbolero local.  Uno de los más sonados y de negro recuerdo fue precisamente en la visita del equipo queretano en octubre de 2019 al local. Donde el resultado y resguardo de la seguridad “se les salió de las manos” -declarado en su momento así a esta casa por el entonces Secretario de Seguridad Jaime Pineda- y fue a todas luces una campal batalla llena de botellas que volaban por los aires mientras los gritos y carreras sucumbían a la verdadera afición y a los jugadores. Lo que pudo terminar en una tragedia -como la de antier- se quedó a un punto de igualarse. ¿Y el pretexto por la falta de operatividad?

“Las directivas se encargan de su seguridad” Recientemente los enfrentamientos a las afueras del estadio entre mismos potosinos o ellos contra los visitantes han sido constantes.  ¿Y la seguridad?.

Cuerpos privados y una centena de policías municipales y estatales que se ven opacados por las turbas que se apoderan del orden en los estadios, provocando la evidencia total de una falta de coordinación y de sentido común ante la magnitud de masas y comportamientos que se conjugan a disfrutar lo que debería ser una convivencia sana del deporte favorito de millones de personas.

La realidad: en San Luis no estamos exentos. El llamado es fuerte y enérgico para las administraciones y directiva del equipo potosino. Para las autoridades municipales y estatales.

El foco rojo este encendido más que nunca. A Querétaro y San Luis, con lo de antier en temas de pseudo aficionados al futbol y tragedias, solo los diferencian 2 horas de distancia. Nada más. Hasta mañana…