Las “herencias malditas” de los gobiernos anteriores a los actuales también incluían acuerdos ingratos, inmorales e inhumanos, sobre todo con empresarios que aprovecharon la tibieza de anteriores gobernadores estatales -sobre todo- para beneficiarse a costa de las y los potosinos. Uno de esos acuerdos son las concesiones en carreteras que atraviesan el mapa de San Luis.

La entrega de su obra y explotación económica a manos de casas constructoras privadas, reflejan hoy que se acordaron únicamente con el interés benéfico para unos cuantos sin voltear a ver a sus usuarios. Uno de ellas, por ejemplo, la carretera de cuota y su caseta que se encuentra en la autopista 80 San Luis-Villa de Arriaga que atraviesa parte de la Zona Industrial y por lo tanto accesos y salidas a más de 70 empresas, mismas que representan casi el 40% de los centros de trabajo de una de las zonas económicas más importantes del centro-bajío de México como es la zona industrial potosina. Entre casi 20 pesos de ida y 20 de regreso a sus hogares son las cantidades que diariamente destinan cientos de trabajadores para acudir a su trabajo.

Con una estancia de 5 días a la semana en promedio se habla de casi 200 pesos y al mes casi 800 pesos. Estos acuerdos tomados hace años entre autoridades y concesionarios reflejan entonces esa visión social: nula. Hoy toca entonces al gobierno estatal, empresarios de los parques industriales afectados por estos trazos y representantes de las cámaras industriales negociar con los concesionarios de los tramos carreteros que están en estas circunstancias para lograr un beneficio y solución de mejoría económica para los y las trabajadores, directivos y empresarios de la zona industrial. Hasta el lunes...