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Diputados: 10 mil pesos y la diferencia entre ellos
00:04 jueves 16 diciembre, 2021
DESDE LA REDACCIÓN SLPY también lo hemos escrito y dicho. Que el Congreso del Estado potosino en las últimas legislaturas, represente lo peor que la política potosina nos deja, también es cierto que hay integrantes de ella -diputados y diputadas- que han sabido sortear con dignidad y honra su trabajo. Pocos, pero los ha habido y hay. La exposición de casos donde demuestran la más baja de sus cualidades ha sido evidente y de pena. De las últimas, la del panista Rubén Guajardo, quien en su desmedida voracidad -tres diputaciones-, sin contar el cúmulo de señalamientos que sobre su persona pesan, buscó a como diera lugar que los tribunales electorales resolvieran a su favor contra la medida tomada por la JUCOPO, en donde decidieron la reducción del jugoso sueldo de los 27 diputados -más de 104 mil pesos al mes- en apenas 10 mil pesos. Alegando que era ilegal y si lo es. La defensa de sus derechos político-electorales están por encima de un acuerdo de mesa y café entre diputados -los que tiene la mayoría- que pretenden presumir una austeridad un día sí y otro según convenga. Pero hay que tener un poquito de silencio cuando no tienes ruido a tu favor que te avale como legislador. Su demanda fue desechada en todas las instancias por el pequeño detalle de haberla presentada fuera de tiempo. Máxima jurídica: los términos son fatales. A diferencia del priista Edmundo Torres. Si bien es cierto mucho se ha discutido el sueldo que reciben, mas las prebendas; también es cierto que hay pocos que son rescatables en su trabajo y trayectoria, no todos son malos o malas. Torrescano se ha distinguido, antes de su curul inclusive, como esos personajes -de la nueva generación- de la política potosina con talante y nombre que ha respetado y se respeta. Su trabajo y trayectoria lo avalan, hasta hoy. Mas adelante veremos. A esto, súmele entonces, que su derecho violentado e impugnado si tuvo eco. Precisamente porque cumplió con los términos jurídicos de “primero en tiempo, primero en derecho”. Mejor asesorado entonces si esta. A parte impugno después que Guajardo, ridículo mayor para el panista. Promete que el recurso devuelto, casi 10 mil pesos, parte de su sueldo será destinado a un asilo en Rayón -municipio de su distrito-, si miente con los ancianos, que poca vergüenza y entonces acabara como todos los demás que tienen en su nombre la mancha del Congreso local y lo veremos. La diferencia entre diputados o diputadas como Rubén Guajardo o diputados o diputadas como Edmundo Torrescano, es precisamente que hay quienes si tienen un poquito de altura moral para exigir 10 mil pesos. Hasta mañana…