Pasaron 4 gobernadores y casi 25 años, para que un gobernador del estado, tuviera el pequeño detalle que marca la diferencia entre el actuar y el no hacerlo: la Voluntad. Desde mediados de los años 80´s que se le dio vida al sur de nuestra ciudad con urbanizaciones como las Colonias Satélite, Gral. I Martínez, Balcones del Valle y el Parque Tangamanga, los arreglos, compras-ventas o expropiaciones ejidales fueron tema de primeras planas.

Había que plantear negociaciones y cantidades.

Incluidos los pagos.

Esto fue lo último que falto, sobre todo a la franja que correspondía al Periférico Sur, casi desde los actuales terrenos feriales hasta el actual Centro de Convenciones. Al cambio de los terrenos de la FENAPO en 1997 comenzó pues la modernización vial de aquella zona. Y entre litigios y declaraciones, entre sentencias y respuestas, hubo una constante de parte del gobierno de Marcelo de los Santos, de Fernando Toranzo y de Juan Manuel Carreras: la mentira. Mientras los ejidatarios de San Juan de Guadalupe -con sentencias en mano- exigían arreglos económicos por los terrenos donde atravesó el Periférico y el conocido puente frente a la feria, los gobiernos estatales se dedicaron “a patear los botes” de la decidía, asegurando arreglos en 15 minutos, fracasando con el alegato de la falta de voluntad de arreglo de los ejidatarios.

Y así lo fueron sorteando. Mientras aquella vialidad se hundía entre el abandono, la ruina y el inmenso mar de vehículos que diario la circulan. No es una vía menor. Ricardo Gallardo llegó, vio y venció los rumores sobre el estigma de caer en lo mismo que sus antecesores cuando prometió resolverlo.

Ayer, lo hizo.

Al menos inicio. Se anuncio la rehabilitación desde el puente ferial hasta el Centro de Convenciones.

La vital obra y el arreglo con los ejidatarios y en una pequeña diferencia que distingue en este anuncio a Ricardo Gallardo: Voluntad. Ahora hay que terminarla. Hasta mañana…