Lo hemos escrito en reiteradas ocasiones. La arrogancia es el clavo que los servidores públicos traen en la mano tan solo para que, llegado el momento oportuno de su desdicha, ellos mismos se lo claven en la cruz de su vida. Cuando se espera que nombres de los colores afines al gobierno estatal en el Congreso local o viceversa debieran formar parte del equipo compacto de las fuerzas primarias políticas, en este caso Verde-PT-Morena, salen a relucir los manejos autónomos de unos y otros. Cada quien por su lado. Leonel Serrato, secretario de Comunicaciones, protagoniza la historia. Polémico desde sus orígenes. Su último encuentro fue con la prensa huasteca, donde arremetió de manera grosera a una reportera “contestando como a él se le daba la gana”.

Y ahora es con el propio Congreso local. La presidenta del Congreso Yolanda Cepeda y el diputado Rene Oyarvide, presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes del Congreso del Estado y del Partido del Trabajo, lo señalan como responsable de tener parados los trabajos de dicha Comisión en el caso de modificaciones legislativas como el subsidio al transporte o el manejo y uso de las plataformas de servicios por su falta de interés en asistir a sus reuniones. Un miembro del gabinete estatal que no atiende a los diputados, peor aún a los diputados afines del partido que gobierna el estado y que aparte se trata de propuestas de su propio jefe en el Palacio de Gobierno.

¡De pesadilla! El gobernador Gallardo ha hecho el llamado: No tiene tiempo para perderlo.

Si sus subalternos lo quieren hacer, él no. Hasta mañana...