Como parte de la glosa del III Informe de actividades del Ejecutivo Estatal, el día de ayer se presentó ante el pleno del Congreso del Estado la Fiscal General potosina: Manuela García Cázares. El diálogo descansó en cuestionar las cifras en que ronda su despacho. La que más sobresalió fueron las más de 52 mil carpetas que a este año 2024 se tienen abiertas para su pronta resolución. Póngale usted todos los delitos y las agravantes que se imagine y quiera. El tema es que se trata de una cifra delicada, máxime si se presumen avances en la procuración de justicia. Porque la pregunta no es si tendrán solución. La pregunta es el tiempo y capacidad personal de darles salida a esas más de 52 mil esperanzas de lograr obtener del estado mexicano la garantía de seguridad y justicia. No se puede tener un policía investigador para cada carpeta o una secretaria de oficina, nos queda claro. Pero sí se puede buscar mayor eficiencia en el trabajo y en sus resultados. 52 mil carpetas son muchas. Por cierto, una vergüenza que de los 27 legisladores solamente 8 hayan cuestionado a la Fiscal, ¿es perfecta su labor? Hay 52 mil razones para preguntar señoras y señores diputados.