Programado en la sesión de ayer en el pleno del Congreso, el punto a votar que le daría vida al municipio de Pozos en el estado de San Luis Potosí terminó despuntualizado, por una serie de recursos judiciales que algunos habitantes de la Delegación presentaron ante instancias federales, a fin de frenar la votación. Entre prisas y lentitudes, se buscó a toda costa retrasar y retrasar y retrasar la votación, con tal de que llegara al Congreso la notificación que negaba amparo a los quejosos y por lo tanto diera luz verde a la urgencia “verde” de la municipalización.

Nunca llegó. Y las cartas de felicitación, actas de asambleas, facturas de la luz y del gas fueron los documentos a revisar en toda la agenda de ayer. Había que darle tiempo al tiempo.

Las prisas fueron y vinieron y los apuros terminaron en decidir aplazar el punto, declarar un receso y dejarlo para hoy. La urgencia les gana.

El tiempo también.

Las prisas los agobian.

Y la prisa nunca ha sido elegante.