El día de ayer San Luis fue el epicentro nacional de un sector “tetra-cambiante” tanto política como en materia de seguridad. Por una parte, la visita de Claudia Sheinbaum a la entidad, como parte de sus “campañas” en búsqueda de la candidatura a la Presidencia de la República por parte de Morena y sus aliados.

El mitin clásico masivo en donde las porras y los gritos no se hicieron esperar.

Espera que tenga que ver con el entramado político oficial del estado. Pues la tiene más difícil.

A San Luis, gobernado por el Verde pero aliado nacional con Morena, le visitarán cuatro “corcholatas”. Dos con grandes posibilidades de quedar (Claudia y Marcelo), pero el agasajo tendrá que brindarle a todos por igual, si quiere verse imparcial. Y ahí vendrá el dilema. Al tiempo. Y la otra visita, fue la plenaria que sostuvieron las y los Secretarios de Seguridad nacionales.

Reunión encabezada por la potosina Rosa Icela Rodríguez, titular de esta cartera federal y la secretaria de Gobernación, Luis María Alcalde. De las conclusiones se escuchará de todo: coordinación, cooperación, coadyuvancia, etc.

Todo aquello que sea sinónimo de trabajo en equipo entre los estados y la federación en materia de seguridad.

Nada nuevo. Lo único que se pide por parte de la ciudadanía es que sea materializado.

El tema de inseguridad y su realidad dista mucho de lo que en los escritorios se firma y se fotografía.

Los estados poco potenciales tienen frente a la delincuencia que tiene dominadas carreteras, ciudades, veredas, ciudades.

Y las fuerzas federales y militares se ven atados de manos cuando de enfrentar a la delincuencia se trata.

Ese es el problema. Podrán ir y venir candidatos y secretarios, pero si no se hace una verdadera transformación de la vida de una sociedad, ellos, ellas y nada serán lo mismo.