Hasta que no se tengan materializadas vías de comunicación del nivel que la actividad económica, industrial y social que la zona metropolitana capitalina amerita para movilizar a miles de trabajadores a la zona industrial y de regreso a sus hogares, el desorden vial y social no terminara. No se tratan de reparaciones necesarias. Qué bueno que se hagan.

Se trata de una completa visión a futuro en donde el crecimiento vial y social que la ciudad esta viviendo tenga un respaldo en la movilidad que nos permitirá una ciudad precisamente del nivel que queremos tener.

Pues desafortunadamente, se trata de una realidad que al día de hoy sigue ahogando a San Luis. La Carretera 57 es un problema eterno.

Las constantes reparaciones o accidentes viales, más la nula respuesta y solución por parte de las fuerzas federales encargadas de salvaguardar las carreteras, colocan esta vía como una de las más desastrosas e inseguras de la zona centro del país. Esta tormenta perfecta obliga a las autoridades estatales y municipales a planificar el futuro de San Luis hoy. Expertos y sector productivo lo han clamado desde hace años y no había eco en sus lamentos.

El gobernador Gallardo y el alcalde Galindo han tomado la rienda. La Ruta Alterna a la Carretera 57 será una realidad junto con vías de comunicación planeadas.

Pero lo que urge entonces, hasta que se materialicen, es un plan emergente urgente y necesario para solucionar lo que hoy por la mañana sin duda esta ocurriendo en la Carretera 57: un caos vial como todos los días. Hasta mañana…