Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
La administración de la Capital anunció que este 2025 sería el año que dé inicio a la obra vial del Saucito
00:03 sábado 4 enero, 2025
ColaboradoresNo importa de qué colonia seas, si para llegar a tu casa te acercas o pasas frente al templo del Saucito, eres del Saucito; da igual si eres de la Mártires, de las Flores, de Valle Escondido, de Don Antonio o del Atlas. Un área de la capital que -como muchas- tiene sus propias preocupaciones, colores y tradiciones. Una de ellas que resuena recientemente en mesas políticas es el famoso paso a desnivel que intenta desahogar las congestiones vehiculares que -para quienes no frecuentan el octavo barrio- no le piden nada a las aglomeraciones del resto de la zona metropolitana.
Así, a bordo de un camión color amarillo, con una radio que entona numerosas veces un ‘pipipipí’, un Cristo que cuida la unidad y las leyendas “Dios bendiga mi camino” y "Todas mienten" en el parabrisas, es como con mínimo una hora y media de anticipación -por lo regular- sale un colono de la zona norte potosina rumbo a su trabajo, escuela o destino de ocio que se localizan en el Centro o apartados del área mencionada. Eso sí, los viajes no carecen de -con un poco de suerte- un amable chofer que da las buenas tardes a los pasajeros, pero se mienta la madre con particulares, colegas y taxistas que se ganan el paso unos a otros por los embates del fastidioso tráfico que se acumula.
“Y eso que no hay clases”, dice una de las pasajeras a sus hijos. “Es que ya por dónde quiera hay tráfico”, reclama otro señor en la parte trasera de la unidad a una joven pasajera que, a juzgar por su mirada y silencio, pareciera que no lo conoce. Tras lograr alcanzar el ámbar en el semáforo de carretera a Zacatecas y la avenida San Ángel, ese donde inicia la parte trasera del templo, un pasajero desesperado le recrimina a su esposa que “cómo le hace falta vialidad a San Luis, ya hay mucho carro y no es posible que diez minutos hayan pasado" desde que abordaron la unidad a no más de un kilómetro de distancia atrás donde se ubica "la Aurrerá" del Rosedal.
En el marco de este caos vial del Saucito, un grupo de colonos de la zona mencionada se opuso tajantemente a un proyecto vial que perseguía una mejor simbiosis en el flujo vehicular de la zona norte de la capital.
Si usted vive o transita regularmente por ahí, conocerá el embrollo que significa circular por las calles y avenidas aledañas. Lógico. Es una zona que no cuenta con vialidades rápidas, exceptuando el Anillo Periférico; no obstante, el Circuito Potosí supone un rodeo significativo hacia el lado poniente, donde las salidas posibles son la Prolongación Oro -que conecta con la planta de zinc-, o bien hasta Sierra Leona o las famosas gorditas de Morales que conectan a la población con la colonia homónima a dicho platillo, Zona universitaria y Carranza.
No corre la misma suerte el conductor que busca auxilio en el Anillo Periférico con dirección a la zona oriente; un rodeo brutal porque uno debe llegar hasta el entronque con Carretera a Matehuala, seguir otro tramo de unos 5 kilómetros, pasar la entrada a Soledad y finalmente llegar a un área céntrica que conecte mejor. Todo esto para terminar todavía lidiando con filas de autos, semáforos, clima, camiones y aquel chófer que manda saludos a la primogénita de todo aquel que no le permita pasar por ese resquicio que queda entre la banqueta y los autos que van en el carril de baja.
Imagínese ahora la zona de Saucito en temporadas festivas: entre la subida del Señor del templo, las ferias que ocasionalmente se instalan -a veces en el inicio de la avenida López Mateos, otras en la terracería donde inicia la carretera a Zacatecas -, la bajada del santo a las pocas semanas, día de muertos, y hasta día de las madres y del padre -por las visitas continuas a los panteones del Saucito y Valle de los Cedros-, el Saucito lleva la fiesta en las venas de sus habitantes en muchas temporadas del año. Con desvíos aquí, desvíos allá, ni el icónico Dédalo creería el laberinto que reta a la paciencia, contratiempos y destreza de conductores que circulan por la zona.
Ante este escenario, la administración de la Capital anunció que este 2025 sería el año que dé inicio la obra vial del Saucito. Un proyecto que tiene disparidad de opiniones: están los que apoyan la propuesta, los que no quieren que sus negocios se vean afectados y unos tantos más que aseguran que afectaría a la estructura del templo del Saucito.
Mientras son peras o manzanas, algo es claro: hay que hacer algo que pueda mejorar la situación vial en la zona, como en muchas otras, pero quizá sí sea hoy en día una prioridad el norte de la capital. Para dimensionarlo: Avenida del Sauce, Pánfilo Natera, Carretera a Zacatecas, Morales Saucito, López Mateos, todas y cada una de estas avenidas convergen en el mismo punto. Circulan al menos 7 rutas de transporte público, el Metrored, líneas de autobús -de comunidades y provenientes de estados-, así como transporte de carga, y el espacio es muy pequeño.
A uno desde esta casa informativa se le da la oportunidad de emitir una opinión, pero a la ciudadanía en general nos corresponde cuestionarnos los pros y contras, así como comprender que para proyectos de enorme magnitud se requiere de grandes sacrificios y, en este sentido, 'apechugar' un poco, no solo los comerciantes que podrían ver afectadas sus ventas, sino también los ciudadanos que transitamos a diario por el Saucito, ya que -en el lapso de la construcción de la obra- la circulación no será la más adecuada.
Asimismo, la obra ha sido explicada y detallada por expertos en materia, capacitados para cuidar detalles de construcción. Sinceramente, ¿cuántos de nosotros hemos tenido la curiosidad de saber cómo se erige un templo? Ahora resulta que podemos afirmar que la obra dañaría a la iglesia.
En conclusión, la obra proyecta un mejor flujo vial, mejores condiciones para visitantes -honestamente es un lío buscar aparcamientos por las congestiones- y una imagen urbana más atractiva. Muñoz, la glorieta del Hospital Central y recientemente Himalaya son ejemplo de estas obras, todas y cada una de ellas con diferentes resultados; la pregunta es: ¿por qué no darle esa oportunidad al Saucito por parte de los ciudadanos?
Sería una irresponsabilidad desestimar o asegurar un éxito cuando no parece haber otra propuesta competente en la mesa, eso solo lo dirá el tiempo, pero uno razonable y no los 20 minutos que ha tardado en llegar el transporte público desde Coppel Saucito hasta Vasco de Quiroga. "¡Ya ni la chin%$&!”, dijera el pasajero que se queja con su esposa al descender de la unidad.