“Lo mejor del PRI, se quedó en el partido”, dice ‘Alito’, tras la renuncia de 4 senadores, de los 13 que tenía-. La realidad es que en el PRI ya no queda casi nadie. El dinosaurio hace rato está en peligro de extinción. El tricolor, que gobernaba 14 entidades en 2018, cerrará este 2023 siendo gobierno solo en dos: Coahuila y Durango. El PRI de Alejandro Moreno, es todo menos electoralmente exitoso. Los triunfos que vende el más perdedor de los dirigentes que haya tenido el priismo, solo existen en su imaginación. No solo atraviesa el momento con menos gubernaturas, también tiene el grupo parlamentario en el Senado más raquítico de su historia. El presidente del tricolor ya está acostumbrado a la derrota. También a las justificaciones que él mismo construye. ¿Cómo pueden todos estar equivocados, menos él? Todos los expresidentes del partido le han pedido su salida, también lo han hecho exgobernadores y ahora 4 senadores se fueron: Miguel Ángel Osorio Chong, Eruviel Ávila, Claudia Ruiz Massieu y Nuvia Mayorga. Pero lo más contundente es la realidad de la derrota: cada año pierde más gubernaturas, la última fue la joya de la corona, el Edomex, en junio pasado. ‘Alito’ lo ha perdido todo, perdió hasta en su tierra, Campeche, donde su candidato terminó en tercer lugar. ¿Cómo estarán las cosas que el único que quiere que siga en el cargo es el presidente de Morena, Mario Delgado? Y es que parece trabajar más para Morena y la 4T que para el tricolor. No se explicaría el crecimiento de la 4T en el territorio sin los descalabros priistas. Morena y sus aliados, que en 2018 no gobernaban ninguna entidad, terminarán el año con 23 gubernaturas. El PRI ya no es ni la sombra de lo que un día fue. Antes acarreaba descrédito y mala reputación, pero presumían que ganaba elecciones. Ahora ni eso. Están desprestigiados, no tienen rumbo, están pegados a un Frankenstein electoral y, además, pierden con tal frecuencia que se les ha hecho costumbre. ‘Alito’ va logrando lo que quiere: quedarse con todo el partido. Aunque ese partido ya sea diminuto, arrastre desprestigio y derrotas electorales. Alejandro Moreno se hizo de una franquicia electoral, aunque en el camino se volvió impresentable; a cualquier político con un mínimo de decoro y pudor le avergüenza tomarse una foto con él. -Off the record ¿Entre MC y el PRI, quien es más atractivo como aliado? ¿Junto a quién es más presentable caminar? ¿De quién es más redituable hacerse acompañar? Más de un aspirante a la candidatura presidencial del Frente opositor se hace esas preguntas. La alianza PAN-PRI-PRD no está aún sellada. Falta que quien gane el proceso no busque sumar a MC, y entonces tomar distancia del tricolor. Ah, y claro, que quiere aparecer en mítines y eventos con ‘Alito’ que solo aporta negativos. POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

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