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Una tormenta perfecta se forma en el mar cuando se encuentran dos presiones de diferente temperatura y presión
12:39 domingo 18 febrero, 2024
ColaboradoresUna tormenta perfecta se forma en el mar cuando se encuentran dos presiones de diferente temperatura y presión. La semana pasada la vivimos con el Bloqueo en la 57.
Cuando un sistema de baja presión se combina con otro de mayor intensificación con diferentes temperaturas, se magnifica los efectos de oleaje, lluvias y vientos; así se produce este fenómeno meteorológico.
Podemos emplear esta analogía para identificar en nuestra ciudad el encuentro de dos condiciones con diferente presión, por un lado, este año es electoral la presión se orienta a conseguir el voto, por otro lado, el crecimiento de la ciudad continúa aumentando drásticamente los tiempos de traslado, pero no hay propuesta de solución. Dejando que un bloqueo, colapse la ciudad.
La ciudad crece casi el doble que la población, pero el parque vehicular cinco veces más, ahora tenemos una relación de un habitante por auto. Nuestros flujos tienen un patrón establecido en muy pocas vialidades y con escasas alternativas, por ello, los bloqueos hacen muy vulnerable nuestro sistema vial, bajo una escusa legitima, afectan a otras personas con la intención de hacer presión.
En esta “tormenta perfecta” urbana, se combinan dos presiones, la política con propuestas recurrentes sobre los problemas que “aquejan” a la ciudad, y la real, con un bajo o nulo ordenamiento urbano que incrementa nuestro tiempo de traslado, afecta nuestra calidad de vida, el medio ambiente y la economía. En la primera, destacaran los recursos demagógicos sobre lo que se ha hecho o se puede hacer para “tener una mejor ciudad”; mientras que lo segundo, es un reclamo constante de las personas y las empresas sobre lo que afecta la calidad de las acalles, las pocas vialidades y la nula acción en el crecimiento urbano de nuestra zona metropolitana.
En esta tormenta perfecta parece que nuestra ciudad perderá un año… más, las autoridades cambiaran hasta octubre y las posibles acciones iniciaran en enero del 2025, en el primer cuarto de un siglo eminentemente urbano. La tormenta perfecta relata lo que pasa cotidianamente en nuestra ciudad, juntando el tema político con la escasa planeación metropolitana, generando presión del crecimiento en nuestro sistema vial, pero con poca atención efectiva, que generan tormentas.
Si bien es cierto que se habla de movilidad, poco se entiende y mucho menos se hace. No existen instituciones dedicadas al tema y mucho menos un marco jurídico. Así las soluciones son de bajo impacto, de corto plazo y sin seguimiento. Requerimos de acciones de mediano plazo, efectivas y del largo plazo con garantía presupuestal, ordenadas y sobre todo claras, que no cambien de año en año. Como ciudad, ya no podemos darnos el lujo de mantener formas anacrónicas de presión, como los bloqueos, que expongan la alta vulnerabilidad de la ciudad.
En pocas vialidades, con un flujo intenso, escasa conectividad y altas presiones de todos lados que se combinan en un punto de la ciudad, como el Distribuidor Juárez, se generan pérdidas no cuantificables, ¿Quién las genera? ¿Quién las paga? ¿Quién es responsable?, la semana pasada con el bloqueo en la carretera 57 que colapsó la ciudad y la zona económica más importante del estado. Lo paradójico es que se afectaron los transportistas, a otros, no a los que generaron el problema de seguridad. Lo peor, el ambiente “tormentoso” que se generó, pocos afectando a muchos, la calidad del aire, la imagen de la ciudad en el mundo, y la opinión sobre San Luis Potosí.
San Luis Potosí es la doceava ciudad más importe de México, hace un año éramos la 11, no podemos seguir perdiendo posiciones. Si es cierto que es un derecho la libre manifestación, pero también es un derecho constitucional la movilidad segura. Con los problemas que ya tenemos, ¿por qué la necesidad de vivir “tormentas perfectas?