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El gobierno anunció la anulación del polémico proyecto y firmó un acuerdo con la ONU para trasladar una parte de esos migrantes a países occidentales
14:01 lunes 2 abril, 2018
MundoEl gobierno israelí anunció que alcanzó un acuerdo con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) que implica cancelar el controvertido plan puesto en marcha a principios de este año para deportar a miles de inmigrantes africanos. Según el acuerdo, ACNUR trasladará a países occidentales a 16 mil 250 migrantes africanos y el gobierno israelí formalizará el estatus del resto, otros 16 mil, que permanecerán en territorio israelí, informó en un comunicado la Oficina del Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. El acuerdo permitirá "que salga un mayor número de migrantes de Israel bajo patrocinio de la ONU", señala el comunicado. El pacto fue aprobado por el Fiscal General israelí y cumple con las regulaciones establecidas por el derecho internacional. El gobierno israelí anunció también un plan de rehabilitación para el sur de Tel Aviv, donde se concentra la mayoría de migrantes, y se comprometió a hacer "una distribución geográfica más equilibrada de las poblaciones que permanecerán en Israel, con orientación laboral, formación profesional, adaptación de puestos de trabajo, etc". Según el comunicado, tanto el primer ministro como el Ministerio del Interior trabajaron para mantener el plan anterior, que suponía la expulsión de los africanos a terceros países, pero debido a limitaciones legales y dificultades políticas "fue necesario llegar a un entendimiento nuevo y mejorado que asegure la partida continua de miles de inmigrantes de Israel". El plan de deportación afectaba a 32 mil migrantes africanos, en su mayoría procedentes de Eritrea y Sudán y fue vetado temporalmente a mediados de marzo por el Tribunal Supremo de Israel, que ordenó impedir la expulsión de cualquier persona que no quisiera marcharse de manera voluntaria a un tercer país africano. El programa de expulsiones, aprobado en enero, contemplaba que miles de migrantes, en algunos casos solicitantes de asilo, fueran encarcelados de manera indefinida si no aceptaban marcharse a un tercer país con incentivos que incluían pagos de efectivo y un boleto de avión, aunque de los 38 mil que hay eximía a unos 6 mil niños y progenitores con menores a cargo. La ONG Hotline para Refugiados y Migrantes asegura que Israel había firmado acuerdos con Ruanda o Uganda para que aceptasen los expulsados, algo que las autoridades de estos países habían negado. -- MILENIO