Aunque parezca poco común, el analfabetismo aún existe en el mundo y es una de las evidencias de desigualdad que aqueja a nuestra sociedad en pleno siglo XXI; no saber leer ni escribir ha sido motivo de exclusión por parte de las personas con más preparación. En este sentido, consciente de esta realidad Manuela Lemos, una estudiante de Medicina quien atendió a un paciente con hipertensión y diabetes; este le confesó que durante mucho tiempo había tomado sus medicamentos de manera aleatoria pues aseguró que no sabe leer y por ello, no podía diferenciar entre una caja y la otra. Ante este planteamiento, la joven brasileña solicitó al médico a cargo colocar cintas, con distintos colores y diseños, que relacionaran las medicinas con los respectivos horarios en la receta y que así el hombre pudiera interpretar el esquema de medicamentos correctamente; la iniciativa fue aceptada.

Luego entonces, la hermana de la estudiante publicó en Twiter la imagen de la receta y pronto se hizo popular en todo el mundo. -- Radio Fórmula