El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, destituyó el jueves al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, en la mayor reorganización del liderazgo militar desde el inicio de la invasión rusa hace casi dos años. Valeri Zaluzhni, de 50 años, comandante en jefe desde julio de 2021, se convirtió en una de las figuras más populares de Ucrania, según varios sondeos. Al empezar la guerra en febrero de 2022, el militar logró poner coto a una invasión completa de Ucrania. Pero el fracaso de la contraofensiva lanzada en junio y los desacuerdos con Zelenski debilitaron paulatinamente su posición. "Hoy tuvimos una conversación franca sobre lo que necesita cambiar en el ejército. Cambios urgentes", declaró el presidente ucraniano en un comunicado. Sus declaraciones coincidieron con el anuncio del ministro ucraniano de Defensa, Rustem Umerov.  "Hoy se tomó la decisión de cambiar el comando de las Fuerzas Armadas ucranianas", escribió en Facebook, poniendo fin a las especulaciones al respecto. Tras su destitución, Zelenski nombró al general Oleksander Sirski, de 58 años, como nuevo comandante en jefe. El cambio es significativo y se produce en un momento en que el frente de batalla está estancado. El mandatario ucraniano insistió en que el país necesitaba un plan de combate "realista" para enfrentar a las tropas de Rusia. "El año 2024 solo podrá ser exitoso si hacemos cambios efectivos en la base de nuestra defensa, que son las Fuerzas Armadas de Ucrania", aseguró. Conocido como "general de Hierro" en los medios ucranianos, Zaluzhni llegó a simbolizar la resistencia del país contra Rusia y gozó de altos índices de aprobación tanto en la población como entre los soldados. También se le atribuyó haber liderado algunas de las campañas militares más exitosas de Ucrania, como la liberación de Jersón, en el sur del país, en noviembre de 2022. Pero sus comentarios públicos provocaron tensiones con Zelenski, en momentos en que el presidente se enfrenta a divisiones sobre el tema de la movilización militar. En noviembre de 2023, Zaluzhni dijo por ejemplo al semanario británico The Economist que el conflicto estaba en un "punto muerto" y que "probablemente" no habría "ningún avance" significativo en el frente.  Tres meses después, en un artículo de opinión para el medio estadunidense CNN, afirmó que el ejército estaba estancado por el "marco regulatorio" y pidió una modernización urgente. Zaluzhni señaló que Ucrania no iba a poder reforzar su ejército a menos que los legisladores tomaran medidas "impopulares" para movilizar a más personas. Pero los llamados a movilizar a medio millón de ciudadanos adicionales dividen una nación agotada por los combates. Sirski es el "general más experimentado de Ucrania", resaltó Zelenski tras su nombramiento, subrayando que lideró la defensa de Kiev, la capital, cuando empezó la invasión rusa. El nuevo comandante en jefe también dirigió la contraofensiva ucraniana lanzada en otoño de 2022, que permitió liberar la región de Járkov, en el noreste del país. Pero su llegada al cargo coincide con importantes desafíos. Las tropas rusas han redoblado su ofensiva sobre la ciudad ucraniana de Avdiivka, epicentro de la batalla en el este del país.  Moscú también ha intensificado sus bombardeos en la región de Járkov, en un intento de hacer retroceder a las fuerzas ucranianas. Ucrania, por su lado, reclama más armas a sus aliados occidentales. El Ministerio ruso de Defensa afirmó el jueves haber derribado doce misiles lanzados desde Ucrania sobre la región fronteriza de Bélgorod. La zona es regularmente blanco de ataques de Kiev, en respuesta a los bombardeos rusos. El ministerio ruso también anunció el jueves que intercambió 100 prisioneros de guerra con Ucrania.  Con información de Excélsior