De dos bandas fue el tiro que lanzó la presidentA Claudia Sheinbaum en el Consejo Nacional de Morena del pasado 4 de mayo, donde se prohibió el nepotismo y los actos anticipados de campaña de sus militantes. Sin estar presente en la cumbre morenista, la mandataria logró atajar, al menos en el papel, conductas que le estaban representando un problema para su gobierno y, sobre todo, para su capacidad de mando en el partido. Y si bien se señaló a la senadora Andrea Chávez como una de las principales destinatarias de las reformas avaladas por los 300 consejeros nacionales, la realidad es que el dardo fue también dirigido hacia otro muy visible suspirante, quien casualmente lleva el mismo nombre de la legisladora, pero en masculino. En efecto, se trata del hijo más grillo del expresidente López: Andrés López Beltrán, secretario de organización de Morena, cuyo sueño es sentarse en 2030 en la misma silla que su padre usó en Palacio Nacional. Para hacerlo realidad acaparó la labor de reclutar 10 millones de militantes, una sólida base electoral para las aspiraciones de cualquiera, y, como hizo su padre en tiempos de opositor, también se organizó una gira por todo el país, donde reparte afiliaciones a diestra y siniestra, lo que a todas luces es una campaña personal en marcha. Pero, hace ocho días, el Consejo de Morena, bajo el control de la presidentA Sheinbaum, le cambió la jugada. El documento aprobado incluyó: “se prohíben los actos anticipados de campaña y se rechaza toda práctica de la vieja política, como el acarreo, el reparto de despensas, la manipulación y la coacción del voto”. También “Utilizar el nombre, el emblema o la plataforma del partido para promover intereses personales, gremiales o de grupo”. Incluso, la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, ratificó ante la prensa que su instituto político no permitirá los actos anticipados de precampaña y campaña, ni la promoción personalizada, ni el uso indebido de recursos públicos o privados con fines electorales. Andy, como le dicen de cariño en el partido, no tardó en responder. Lo hizo con otro yunazo: reclutó al exdirigente del PRI en Durango, Luis Enrique Benítez Ojeda. “El día de hoy le entregué su afiliación como miembro de nuestro partido, le doy la bienvenida y le agradezco su intención de ayudar aquí, en Durango”, dice López junior en un video acompañado del ex tricolor. Priista por 40 años, Benítez se ganó el repudio del morenismo por insultar, nivel carretonero, a Sheinbaum cuando era candidata presidencial. Y se sabe que Morena no permite ese tipo de expresiones, a menos de que sean proferidas contra Felipe Calderón, Ernesto Zedillo o algún opositor. Al igual que le pasó con el ex panista Miguel Ángel Yunes Márquez y el ex priista Alejandro Murat, Andy se topa de nuevo con la furia de sus militantes. La senadora Margarita Valdez fue de las primeras en reclamar abrir las puertas al duranguense. “Como integrante de izquierda con memoria histórica, no puedo dejar de señalar hechos que contradicen los principios fundamentales de nuestro partido. Las acciones tanto pasadas como recientes resultan incompatibles con los valores éticos y políticos de Morena”, advirtió en una carta difundida el viernes. Anunció, además, que solicitará a la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena, negar la afiliación de Benítez (militante priista durante 40 años), operada por López Beltrán. Así que es muy probable Andy deberá tragarse, como con Yunes, otro revés de la Comisión de Honestidad y Justicia, donde tienen bastante claro que, a diferencia de su progenitor, el joven secretario de Organización carece del don de la purificación. *** EN EL VISOR: Rompió récord el gobierno mexicano en detención de migrantes. En 2024, capturó a 1.2 millones de extranjeros que se habían internado en el país de manera irregular. Son 58.5 por ciento más que en 2023. Para que esté contento Donald Trump. POR: RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN  [email protected]          @R_SANCHEZP