El primer ministro eslovaco, Robert Fico, rechazó el sábado los pedidos de los manifestantes para que dimitiera, después de que decenas de miles de personas se manifestaron contra el giro de la política de su gobierno hacia Rusia.

Alrededor 60 mil manifestantes en la capital Bratislava el viernes, estimaron los organizadores, y los medios dijeron que en total alrededor de 100 mil personas habían acudido a las protestas en ciudades de todo el país, las manifestaciones más grandes desde que Fico regresó al poder en 2023.

Las protestas se producen después de que Fico viajara en privado a Moscú en diciembre para reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin, un encuentro poco común para un líder de la Unión Europea desde que Rusia invadió Ucrania en 2022.

"El gobierno sólo puede cambiarse si hay elecciones", dijo Fico en una entrevista con la radio pública el sábado cuando le preguntaron sobre las protestas.

La administración nacionalista de izquierda de Fico acusó esta semana a sus oponentes progresistas de planear una escalada de protestas para intentar derrocar al gobierno ilegalmente. Los partidos de oposición y los grupos cívicos que organizan protestas rechazan las acusaciones.

Citando información de los servicios de inteligencia, Fico ha alegado, sin presentar pruebas, que había un grupo de expertos no identificados en Eslovaquia que habían ayudado en las protestas contra un líder prorruso en Ucrania en 2014 y en Georgia el año pasado.

Dijo que el sábado se estaba preparando una lista de personas que serán expulsadas, sin dar más detalles. Las protestas se acercaban a los niveles vistos en 2018, cuando el asesinato de un periodista de investigación provocó manifestaciones masivas y obligó a la renuncia de Fico durante un período anterior en el cargo.

Los críticos dicen que la coalición gobernante del cuatro veces primer ministro está debilitando los valores democráticos, al tiempo que aleja la política exterior de los aliados de la UE y la OTAN y la acerca a Rusia. El grupo cívico Mier Ukrajine (Paz a Ucrania), que organizó las protestas del viernes bajo el lema "Somos Europa", realizará más manifestaciones en febrero 7.

Fico ha defendido la política exterior de su gobierno diciendo que busca buenos vínculos con todas las partes, y aunque es crítico con algunas políticas de la UE, ha dicho que la política todavía estaba determinada por la membresía en la UE y la OTAN. Su frágil coalición tripartita, que obtuvo 79 de 150 escaños en las elecciones de 2023, se pondrá a prueba la próxima semana con una moción de censura de la oposición que se debatirá.

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El viernes por la noche, un partido gobernante menor expulsó a dos miembros, y el año pasado tres diputados abandonaron al otro miembro menor de la coalición, aunque apoyaron al gobierno en algunas votaciones clave.

Con información de Excélsior