La tenista mexicana Renata Zarazúa considera su experiencia en el Abierto Mexicano de Tenis, celebrado en Acapulco, como la mejor de su vida, al tener una participación nunca antes vista en una tenista azteca. Zarazúa sorprendió a todos, cuando en la primera ronda del torneo guerrerense venció a la primera sembrada, la estadunidense Sloane Stephens, y, posteriormente, llegó a semifinales convirtiéndose en la primera mexicana en llegar a dicha instancia. Creo que fue la mejor semana de mi vida. Experimenté muchas cosas diferentes que nunca antes había experimentado. Todo fue realmente nuevo para mí. Tengo de Acapulco muchos recuerdos y experiencias hermosas. Espero poder repetirlo algún día ", dijo en entrevista con la Asociación Femenil de Tenis (WTA).

La mexicana achaca su triunfo a su hermano, quien es su entrenador, pues para ella ha significado un impulso en su carrera, además de que puede compartir con él sus experiencias. Después de Acapulco, Zarazúa continuó la temporada en Monterrey y en el Challenger de Irapuato, el cual no pudo culminar por el parón de actividades en el circuito tenístico por el brote de coronavirus. Para Renata, la suspensión del circuito tiene sus ventajas y desventajas, pues a pesar de que le frenaron el ritmo que traía, puede descansar y meditar para regresar más fuerte que nunca. "Por un lado, fue muy difícil aceptar mentalmente la situación, quiero decir que estaba jugando muy bien y sentí que todo iba en una buena dirección, pero al mismo tiempo, durante esa semana en Acapulco y luego Monterrey e incluso Irapuato, me estaba agotando mentalmente. Por eso me ayudó un poco porque tuve que irme a casa, sentarme y reflexionar sobre todas las cosas buenas que sucedieron y eliminar los aspectos positivos", aseguró. Renata Zarazúa tendrá que esperar hasta, por lo menos, el 13 de julio para reanudar su calendario, en el que seguramente continuará con buenas actuaciones.

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Excelsior