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Esa forma de echar abajo la herencia jurídica de casi 200 años
00:10 martes 23 septiembre, 2025
ColaboradoresCuando la izquierda soñaba conquistar el poder arengaba en defensa de los derechos, la Constitución, la libertad y una sociedad justa, igualitaria y fraterna, muy pocos pronosticamos su rápida corrupción y su tendencia a limitar progresivamente los derechos individuales.
Un ejemplo brota en Campeche. Cuando el priista Carlos Sansores Pérez fue gobernador la fiesta iba en paz. Hoy en ese estado funge su hija Layda, quien con incomprensible vanidad ha importado la censura previa del modelo franquista contra los medios de comunicación. Un supervisor debe leer o autoriza los textos y gráficos antes de publicarlos.
Eso hacía Fraga Iribarne desde el Ministerio de Información y Turismo. Pero la censura no impidió el florecimiento posterior de la prensa española y en general de los medios, las editoriales y demás. Una prensa censurada es una prensa dormida; no muerta. La censura no inhibe, estimula.
En los tiempos antiguos los libros requerían el “Nihil obstat” y el “Imprimátur” de la Inquisición para poderlos hacer. Y sin embargo, la literatura floreció. Nadie encarcela al pensamiento.
Hace muchos años una reportera quiso hacer una entrevista. El político esquivo se negó a hablar con ella. Para disuadirla le puso precio a la conversación. La compañera se rehusó a pagar por hacer su trabajo y a cambio le respondió al soberbio:
—“No se preocupe, señor, cuando escriba la crónica de su funeral lo haré gratis”. Narraremos funerales en Chiapas y Campeche.
Los periodistas siempre escribimos las exequias de los tiranos. Y más de los malos aprendices de la tiranía. Y si no lo hace la generación agraviada, lo hará la siguiente. Pero la prensa no calla eternamente.
Otro tanto sucede con el debilitamiento del Juicio de Amparo. Sobrevivirá.
Coincidentemente con la reforma propuesta por la señora presidenta (con A), aparece un amparo espurio en favor de los jóvenes López. Con ese (sin duda sembrado desde el poder para justificarse, muy al estilo gamberro de la 4-T), se pone el ejemplo de los abusos en el juicio de garantías.
Esa forma de echar abajo la herencia jurídica de casi 200 años (Constitución de 1836, cuando por primera vez se establecieron recursos de defensa del ciudadano ante el abuso del poder) exhibe la regresión: el poder limita los recursos del ciudadano. Ni amparo, ni ombudsperson.
La indefensión está en el germen de todo autoritarismo: el Estado al servicio del gobierno; no del ciudadano.
Pero no se sabe si es peor la regresión o la torpe explicación:
“...Esto es absolutamente falso. Se busca hacer un juicio de amparo más ágil, más eficaz, tecnológico, donde haya una justicia digital...”
Ahora inventan la justicia digital. Ni lógica ni analógica.
POR RAFAEL CARDONA
COLABORADOR
@CARDONARAFAEL