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Los daños fueron más allá de las ensambladoras de coches: Carlos Mendizábal
01:54 sábado 1 enero, 2022
San LuisEste 2021 la imponente industria automotriz vivió uno de sus peores años con un registro de pérdidas millonarias ante la escasez de semiconductores, una ola expansiva que alcanzó a su mano obrera. Miles de trabajadores en todo el mundo vieron tambalear su fuente de ingresos, y es que en el mejor de los escenarios tuvieron que conformarse con turnos reducidos y paros técnicos que duraban semanas, en los panoramas más amargos con el cierre de líneas de producción. En el caso de México, algunas plantas acordaron con sus empleados descansos con el goce del 50 por ciento del salario mínimo, una medida que no fue del todo bien recibida por trabajadores independientes y sindicalizados, ya que esto les representaba una considerable pérdida en su poder adquisitivo. Pero al menos la puerta del despido aún no se abría. Uno tras otro los estragos de la carencia de microchips se fueron asomando en el transcurso del 2021, y en un estado como San Luis Potosí con dos ensambladoras y otras 233 empresas del giro automotriz que generan 82 mil empleos directos, el nerviosismo no fue poco. Una serie de decisiones mal calculadas, provocaron una reacción en cadena a varias industrias: De acuerdo a Carlos Mendizábal Pérez, presidente de Coparmex en San Luis Potosí, los daños fueron más allá de las ensambladoras de coches. A lo largo del año, hubo varios momentos de esperanza cuando la llegada de microchips permitió restablecer la producción de autos, sin embargo, era un poco de agua para un incendio global. Y es que, de acuerdo a especialistas de la industria, no será hasta el 2023 que la producción de semiconductores se reestablezca, y con ello varias industrias regularicen sus operaciones. A niveles globales, durante el 2021 el director financiero de Sony, Hiroki Totoki, tuvo que salir a la palestra en pleno lanzamiento de la PlayStation 5 y disculparse por no poder satisfacer la demanda. El problema también afectó a la Xbox Series de Microsoft y Apple tuvo que escalonar el lanzamiento del iPhone 12. Para entender cómo es que los rubros productivos más fuertes por excelencia llegaron a este punto del camino, basta echar un vistazo al inicio de la pandemia. Al cambiar el comportamiento de los consumidores, que ahora reducían o eliminaban sus traslados, pero debían contar con herramientas para trabajar, la demanda de vehículos tuvo una caída, contrario a lo que ocurriría con la venta de equipos de cómputo que tuvo un inusual crecimiento del 60 por ciento en 2019. Con la baja de las ventas y la coyuntura del confinamiento, no fueron pocas las plantas armadoras que decidieron suspender labores… en una industria que no suele aglomerar ni acaparar suministros. Al recibir cancelaciones en los pedidos de semiconductores por parte de las armadoras, los fabricantes de chips se vieron obligados a reorientar sus líneas de producción, ahora, abastecían a las marcas de computo que les incrementaron los pedidos en un once por ciento. Mientras tanto, la industria automotriz tuvo una inesperada y anticipada recuperación. pero estaba en el umbral de una crisis generada por una mala logística y es que ahora sus proveedores de chips no podrían acelerar la fabricación. Esto puso en jaque a las líneas de producción automotriz alrededor del mundo, pues se estima que un automóvil nuevo puede llevar más de 100 microprocesadores, que ya no estaban disponibles en el mercado. Para puntualizar el dato, existe un duopolio asiático que controla la fabricación y venta de semiconductores, con el 83% de la producción mundial de chips de procesador y el 70% de los chips de memoria. Estas son las plantas TSMC en Taiwán y Samsung Corea del Sur, aunque en Estados Unidos una planta de Intel también fabrica semiconductores. ¿Más fabricantes? Los microchips son de elaboraciones delicadas, meticulosas y caras, la respuesta a la escasez pareciera simple, sin embargo, abrir una nueva planta para su fabricación puede tomar hasta cuatro años de acuerdo a las propias marcas. En agosto de 2021 se produjeron en México 237.040 autos, lo que representa un 21.4% menos que el mismo periodo del año anterior, de acuerdo con el INEGI. Asimismo, se exportaron 212.687 unidades, 19.6% por debajo de lo reportado en el mismo periodo de 2020. Frente a la escasez de semiconductores las plantas en México de Volkswagen, por ejemplo, disminuyó un 52% su producción y General Motors, lo hizo un 53%, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). San Luis Potosí, el segundo estado con mayor especialización en la industria automotriz nacional, justo después de Aguascalientes, tuvo que privilegiar la fabricación de los modelos más rentables, así lo comentó Homero Garza Rodarte, presidente de Coparmex en la entidad. Este año fue de grandes retos, pero también lecciones duras para la economía globalizada. De fabricación laboriosa y cara; de algo pequeño, casi invisible penden varias de las industrias más monumentales del mundo, que ahora atraviesan una de las peores crisis en su historia.